El presidente de la Vecinal Pueyrredón, ubicada en el sur de la ciudad de Rosario, nos cuenta cómo el acceso a Internet provisto por LINCON ayudó a potenciar el vínculo solidario con las familias más necesitadas de la zona.

En LINCON valoramos el rol que cumplen las vecinales. Sabemos dela llegada que tienen a los habitantes de los barrios más postergados y de su potencial para tender un puente con las distintas áreas del municipio al momento de atender sus necesidades. Es por eso que una de las primeras acciones de nuestro Programa de Acceso a Internet para ONG´s y organizaciones sin fines de lucro fue acercarnos a estas instituciones para ofrecerles Internet en forma gratuita.

La Vecinal Pueyrredón, ubicada en la zona sur de Rosario, es un ejemplo de esta iniciativa. En su sede de calle Árabe Unida 2247 (Oroño al 4.300) la vecinal brinda atención médica y psicológica, clases de baile y de inglés a vecinos de todas las edades. Allí también, los fines de semana, reciben apoyo escolar y catequesis unos 70 niños y niñas que a su vez disfrutan de un desayuno y una merienda.

El presidente de la vecinal, Eduardo Baratucci, cuenta cómo fue su primer contacto con LINCON y explica cómo el acceso a nuestro servicio de Internet ayudó a mejorar la labor cotidiana de ese espacio tan valioso para el barrio.

Baratucci recuerda que conoció a LINCON en 2013 por recomendación del entonces director de Vecinales de la Municipalidad de Rosario, quien conocía las acciones solidarias que nuestra empresa venía desarrollando con distintas entidades de la ciudad.

“Nuestra vecinal, al igual que muchas otras de la ciudad, tiene Internet gratuito gracias a LINCON. Tener este servicio realmente nos cambió la vida. Para la gente del barrio la vecinal es lo más cercano que tiene. Porque ante cualquier inconveniente o inquietud, no van a la Municipalidad, sino que vienen a la vecinal a plantearlo. Nosotros resolvemos lo que podemos, y si no, actuamos como intermediarios. En eso, la conectividad es algo fundamental para resolver las distintas necesidades que aparecen”, afirma.

A modo de ejemplo, menciona que la conectividad resolvió tanto cuestiones administrativas de la vecinal como las distintas prestaciones que brindan a los vecinos, entre las que destaca las consultas gratuitas o trámites de Anses.

Baratucci comenta que últimamente se está robando mucho cableado en el barrio, y que esa situación, sumada a la crisis económica, hace que muchas familias no tengan Internet en sus casas y se acerquen a utilizar el servicio inalámbrico que tiene la vecinal.

En tiempos de pandemia, esa conectividad potenció el vínculo de la vecinal con la comunidad. “Los chicos que vienen al apoyo escolar usan la clave nuestra y hacen sus tareas acá mismo. Somos un espacio de contención, y sus padres se quedan tranquilos sabiendo que están acá adentro y no en la calle”, dice.

En cuanto a la valoración del servicio, Baratucci destaca que los sábados llegan a reunir en la vecinal a unos 70 chicos trabajando a la vez, mirando contenidos en sus celulares, y sin padecer problemas de conexión o de velocidad.

“El servicio es excelente desde todo punto de vista. Y un detalle que para nosotros no es menor es que LINCON es una empresa local. Eso hace una diferencia muy grande respecto a otras compañías porque el vínculo que se genera es muy diferente, mucho más cercano”, concluye.